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El adiós europeo al Estado del Bienestar (Parte II) (página 2)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9

Las actuales estrategias de la globalización de
mercado y del capital están dando lugar a la
concentración de sectores de gran riqueza, junto a grandes
masas de miseria y a un gran número de población
superflua y desprovista de derechos. Hasta 1960 había en
el mundo un rico por cada 30 pobres; hoy la proporción es
de un rico por cada 80 pobres.

La ideología neoliberal del mercado reduce la
vida humana a un mero análisis de costes y beneficios que
desemboca en un individualismo sistemático basado en el
cálculo de las ventajas individuales obtenidas dentro de
un grupo social. Todo ello encamina a los seres humanos hacia un
neoindividualismo posesivo y consumista que configura la base
antropológica y social de nuestra época.

Esta ideología se transforma en un factor
poderoso de desintegración y descohesión social, ya
que ha dejado carente de vínculos sociales a un amplio
sector de la población mundial, que pasa a convertirse en
una especie de nuevos "parias" de la civilización global.
Los nuevos excluidos del mercado global tienen una
característica en común: su falta de capacidad
económica para el consumo, su imposibilidad de llegar a
ser una especie de "consumidor universal" o transnacional; en una
palabra, su "prescindibilidad" para el sistema. El consumo o,
mejor dicho, la capacidad económica para consumir -basada
en una lógica individualista y competitiva-, se convierte
actualmente en el criterio más importante de
inclusión o exclusión social. El neoindividualismo
consumista quiebra la conciencia de clase social, fragmenta la
sociedad e incluso "privatiza" el propio vínculo social.
La desigualdad ya no representa sólo un mecanismo
ideológico de relación jerarquizada que se integra
socialmente mediante la existencia de derechos de contenido
redistributivo y mediante la aspiración al "interés
general" de las relaciones de producción capitalistas.
Ahora el neoliberalismo la ha convertido en un factor
determinante de la exclusión social. Quien no resulta
competitivo en la lucha económica es eliminado
definitivamente de ella.

Practicamos ahora un individualismo sin mala conciencia
que acaba desembocando en un nihilismo destructivo, donde los
objetos nos marcan exteriormente y donde se premia la
posesión de riqueza, se "criminaliza" la pobreza y la
ganancia privada se eleva a valor supremo. Este neoindividualismo
posesivo se desdobla, a su vez, en lo que,
paradójicamente, se podría denominar como
"individualismo de la desposesión", que es aquel que
deriva de los efectos negativos que la sociedad global arroja
sobre la mayoría de las personas: ausencia de trabajo,
precarización del mismo, incultura, inseguridad y
desprotección institucional. Tras ello lo que existe es
una ética de la desesperanza y del "sálvese quien
pueda". Aunque, dado el caso, tal vez, tampoco
alcance.

Una vez más, volviendo a Sabato ("España
en los diarios de mi vejez"): "Porque esta crisis, que tanta
desolación está ocasionando, tiene también
su contrapartida: ya no hay posibilidades para los pueblos ni
para las personas de jugarse por sí mismos. El
"sálvese quien pueda" no sólo es inmoral, sino que
tampoco alcanza. Es ésta una hora decisiva. Sobre nuestra
generación pesa el destino, y es ésta nuestra
responsabilidad histórica".

Lo más preocupante es que el neoindividualismo
privatista aspira a convertirse en una nueva ética
universal y homogénea, perfectamente difundida por los
monopolios mediáticos. Su universalidad moral se difunde
frente a cualquiera de las éticas. Estamos ahora ante la
universalización de un individualismo que se basa en el
criterio del imperio de la ley del más fuerte y abandona a
los seres humanos a su insegura gestión de los riesgos de
alimentación, salud, educación, vivienda, trabajo y
condiciones del mismo, vejez, enfermedades, discapacidad y
seguridad. El neoindividualismo destruye la dimensión
colectiva, solidaria y democrática de las relaciones
sociales, rompe los vínculos de integración e
instala a los seres humanos en una cultura de la
satisfacción y del consumo inmediato. Asimismo sacraliza
la competitividad como base antropológica de las
relaciones entre individuos y produce una incomunicación o
una especie de "autismo" social entre los seres humanos de
consecuencias hasta ahora imprevisibles.

Es el triunfo de la privacidad sobre la colectividad.
Según esta lógica, la gestión de las
consecuencias sociales "perversas" de la globalización
(paro estructural permanente, falta de cobertura social de las
situaciones carenciales o de riesgo, conflictividad y violencia
social, pobreza, repliegue cultural, analfabetismo, enfermedad,
radicalización étnica, inseguridad) se traslada del
ámbito público al ámbito de responsabilidad
individual y, consecuentemente, a la gestión individual o,
en el mejor de los casos, a la ayuda familiar. La sociedad deja
de ofrecer mecanismos institucionales y universales de
integración social, seguridad y solidaridad y,
consecuentemente, abandona a las personas a su solitario,
inseguro y "mercantilizado" destino. Las soluciones colectivas y
solidarias no parecen factibles. La competitividad individual
dentro del mercado es la única salvación
posible.

Del libro "Desigualdad y cambio industrial", de James K.
Galbraith y Maureen Berner – Akal – 2004, deseo resaltar algunos
párrafos y datos que pueden ayudar a esclarecer el tema, o
aumentar la información para el debate de
ideas.

"La demanda de inversión crea desigualdades,
mientras que la demanda de consumo es
igualadora…

En nuestra opinión, los teóricos que
consideran que la evolución de la desigualdad está
dominada por la educación y por el cambio en los niveles
de cualificación corren el riesgo de situar el carro
delante de los bueyes…

Ninguna política pública consigue reducir
tan fielmente la desigualdad como un esfuerzo deliberado y
simultáneo para combinar el pleno empleo con los derechos
de negociación colectiva y los incrementos en los niveles
salariales…

La desigualdad creció vertiginosamente en los
años setenta y ochenta, alcanzando niveles bastante
más altos que los reinantes durante la Gran
Depresión (EEUU). La recuperación después de
1994 hace descender de nuevo la desigualdad, pero sólo
hasta niveles que se encuentran justo por debajo de los
correspondientes a los peores años en la década de
los treinta…

La desigualdad mantiene una relación lineal con
el desempleo

Existe una interpretación extendida de que el
desempleo en Europa es atribuible a estructuras salariales
rígidas, salarios mínimos altos y sistemas de
bienestar generosos. Sin embargo, de hecho, los países que
disfrutan de una desigualdad baja producida por esos sistemas
suelen experimentar menos desempleo que aquellos que padecen una
desigualdad alta. (En este capítulo) mostraremos que la
desigualdad y el desempleo están relacionados
positivamente en el continente europeo, dentro de cada
país, entre los distintos países y a lo largo del
tiempo. Las grandes desigualdades existentes entre los
países europeos también parecen agravar el problema
continental del desempleo, y hallamos evidencia de que, cuando
estas desigualdades se toman en cuenta, la desigualdad es mayor
en Europa que en Estados Unidos. Por tanto sugerimos que la llave
para la reducción del desempleo en Europa consiste en
medidas que reduzcan, y no incrementen, las desigualdades en la
estructura de remuneración -aplicadas a nivel
continental-. Esta es una característica duradera y a
menudo ignorada de la política de bienestar social en
Estados Unidos…

El tipo de explicaciones basadas en las "instituciones
fijadoras de salarios" pone mucho más énfasis en
los cambios institucionales que delimitan la fijación de
los salarios, puesto que esas instituciones pueden anular las
fuerzas competitivas en la evolución dinámica de la
renta asociada al incremento de la desigualdad. Estos cambios
institucionales incluyen el debilitamiento de los sindicatos -que
erosiona el poder de negociación de los trabajadores peor
pagados-, los cambios en las normas de remuneración
(empleo y remuneración más contingente), y el
descenso en el valor real del salario mínimo, que
según argumenta Freeman (1996), puede constituir una
importante herramienta distributiva.

Una clasificación convencional de los
países industrializados, en función de estas dos
clases de explicaciones, sitúa a EEUU, y también al
Reino Unido de los años ochenta, en el ámbito del
mercado laboral, mientras que se considera que los salarios del
resto de los países de la OCDE están determinados
institucionalmente (Blau y Kahn, 1996). La razón para esta
división, se argumenta, es que el mercado laboral de EEUU,
y en el Reino Unido después de los años ochenta,
está caracterizado por sindicatos más
débiles y por modelos de negociación colectiva
menos centralizados que en los países no anglosajones de
la OCDE. Sin embargo, incluso para los países de la OCDE
diferentes de EEUU y del Reino Unido, la hipótesis de la
oferta y demanda de cualificación ha ido ganando
terreno…

Hay que enfrentarse al hecho de que la desigualdad ha
crecido en los últimos años, y de forma muy
pronunciada en los países más
ricos…

Los países en desarrollo que se liberalizaron y
globalizaron han estado sometidos a mayores oscilaciones de la
desigualdad que los países que no lo hicieron… En
la mayoría de los casos, las liberalizaciones más
reseñables fueron seguidas por un crecimiento de la
desigualdad salarial (India, Argentina, Filipinas). Sólo
unos pocos países liberalizadores fueron capaces de
compensar el incremento en los diferenciales de los salarios
brutos con incrementos mayores de empleo de salarios relativos
altos Malasia, Indonesia, Corea).

Teniendo en cuenta que la desigualdad estaba creciendo
en todo el mundo, este resultado no puede sorprendernos: los
países liberalizadores se vieron forzados a adaptarse a la
pauta global. Esto nos conduce a una profunda reflexión.
Parece que la modernización basada en las exportaciones es
inherentemente un juego de suma cero para la distribución
de la renta en los países en desarrollo. Esto es, la
mejora de las distribuciones en el empleo en un país
conduce a una destrucción que no es especialmente creativa
y a un empeoramiento de la desigualdad en el resto de los
países, a través de la redistribución de los
puestos de trabajo. En una economía mundial liberalizada y
globalizada, sólo una compresión en las estructuras
de los ingresos puede crear un contexto adecuado para que la
igualación se imponga en la escena de desarrollo global.
Pero esta situación se desconoce en la economía
mundial desde los años setenta…

Aunque los países ricos y otros países
concretos logran mantener el control de sus estructuras
salariales, nuestro análisis muestra que la tendencia que
predomina en el mundo actual es hacia el aumento de la
desigualdad. Las liberalizaciones han provocado casi siempre un
empeoramiento y sólo unos pocos países en
desarrollo han escapado a este efecto mediante la mejora de sus
estructuras de empleo, lo cual es una proeza que sólo
algunos pueden lograr. La experiencia de los años sesenta
y principios de los setenta fue bastante diferente; en aquellos
años, un buen número de países redujeron la
desigualdad y muchos más mantuvieron estables sus
estructuras salariales…

No podemos responder la pregunta habitual de si la
igualdad es buena para el crecimiento. Sin embargo, la evidencia
nos permite, aunque no firmemente, ofrecer una respuesta a la
pregunta contraria. En la mayoría de los países, el
crecimiento es bueno para la igualdad; de hecho, el crecimiento
rápido parece ser un requisito indispensable para la
igualación salarial. Por el contrario, el crecimiento
débil en la mayoría de los países en
desarrollo en los años ochenta fue un desastre para la
igualdad.

No parece que importe en exceso si el crecimiento se
logra mediante la sustitución de las importaciones o
mediante el crecimiento rápido de los sectores
exportadores de salarios altos. El problema es que el crecimiento
rápido de esos exportadores es una solución a la
desigualdad sólo al alcance de pocos países. Por
tanto, una reducción de la desigualdad a nivel global
requerirá una vuelta a la sustitución de
importaciones y unas estructuras salariales con base nacional, o
bien un ritmo de crecimiento económico mundial
sustancialmente más alto…

En nuestra opinión, una condición
institucional interna crucial para el desarrollo social y
económico subyacente a todas las demás
características institucionales deseables, tales como la
educación y la esperanza de vida y la democracia, es una
distribución de la remuneración justa y
razonablemente estable…

La estructura de la remuneración afecta a la
capacidad y a la voluntad de ahorrar e invertir. En las
sociedades muy desiguales, los pobres no tienen ahorros y la
clase media, siempre expuesta a la imagen de los estilos de vida
bastante más opulentos que los suyos propios, consume
hasta su último dólar. Esto deja únicamente
a los ricos con capacidad para ahorrar. Pero los ricos en este
tipo de sociedades raramente son ahorradores al viejo estilo
victoriano; no son laboriosas abejas que acumulan y acumulan, que
no consumen para ellos. Por el contrario, satisfacen sus propias
necesidades y rehúsan confiar en los mecanismos de
Seguridad Social del Estado. Por tanto, se resisten a pagar
impuestos para cubrir objetivos sociales, excepto (como en el
caso de las universidades públicas en muchos países
de renta media) cuando los beneficios están estrechamente
dirigidos a las propias elites. A menudo, los excedentes se
trasladan al extranjero para escapar al alcance potencial de la
hacienda pública. El resultado suele ser una deficiencia
crónica de la inversión pública y de la
demanda efectiva, un fuerte alejamiento de la población
respecto de la política y una subversión de las
formas de democracia por los intereses mercantiles.

Por el contrario, las sociedades igualitarias operan
sobre la base de la carga compartida y el beneficio común.
Suelen funcionar mediante grandes instituciones sociales
-sindicatos y gobiernos- y confían ampliamente en las
medidas colectivas de la Seguridad Social, la educación
pública y los servicios públicos como el transporte
y la salud. Dado que las instituciones públicas y los
presupuestos suelen ser estables, las economías de los
países igualitarios también suelen ser estables.
Con menos disparidades internas, estamos menos consumidos por la
envidia. Por tanto, los ahorros pueden ser mayores y las cargas
de la deuda menores. Y dado que una fracción mayor de la
ciudadanía tiene algo de tiempo y energía restante
para emplear en fines públicos, las sociedades estables e
igualitarias también suelen ser más
democráticas…

Ciertamente, existe una economía global. Pero es
de un tipo que favorece a los fuertes, los ricos, los estables,
los industrialmente diversificados y los democráticos. Los
países más pequeños y más pobres
"vuelan" con los vientos globales, con los precios de sus
mercancías, la demanda de sus exportaciones y el tipo de
interés. Y cuanto más pequeñas y menos
equilibradas sean sus economías, más lejos
estarán de los centros de decisión y más
violentamente soplarán aquellos
vientos"…

Algunas explicaciones
alternativas (a mi cuenta y riesgo)

Del INGENUE (modelo del FMI) al "iceberg" (modelo de
Bush)

Nunca los "plumíferos" del FMI habían
puesto un nombre más elocuente y significativo a uno de
sus "modelos" económicos. Y eso que ya habían
rondado el surrealismo en el caso del Multimod, que he denominado
Multi-mad (por las que se traía y lo desacertado de sus
proyecciones).

Nunca habían utilizado un sarcasmo semejante (al
menos en su fonética española) para calificar a los
mayores en su modelo de "exterminio" (¿acaso buscando una
forma "solución final", como aquella otra de tan triste
recuerdo?).

INGENUE (ingenuo): (algunos de los sinónimos, al
efecto) cándido, inocente, infantil, inofensivo, incauto,
infeliz, iluso, crédulo, insensato,
inconsciente…

(algunos de los antónimos, al efecto) astuto,
incrédulo, malicioso, desconfiado, experimentado,
ingenioso…

¿Acaso no es "malicioso" decir que esa gigantesca
(¿qué gigantesca?) transferencia de rentas de las
clases activas a las clases pasivas reducirá el
crecimiento y el nivel de vida de las generaciones futuras, al
tiempo que pondrá las bases para un "conflicto
intergeneracional de consecuencias imprevisibles"
(¿qué conflicto intergeneracional?
¿qué consecuencias imprevisibles?)?

¿Acaso no es "astuto" decir que el actual sistema
de pensiones "avanza hacia un iceberg", que la "crisis es
ahora"?

¿Acaso no resulta "siniestro" insinuar siquiera
(aunque sólo sea eso) que los dos principales programas
del Estado del Bienestar -pensiones y sanidad- son dos "bombas de
relojería en el corazón de la economía
nacional"?

Y por si todo esto no resultara suficiente "amenaza" y
"manipulación" (al uso), agregan una pregunta (nunca los
"cínicos", habían llegado tan lejos; nunca los
"hipócritas", habían manipulado más la
realidad): "la pregunta es qué sucederá cuando las
jóvenes generaciones se nieguen a sacrificar su nivel de
vida para pagar las pensiones y/o la sanidad de los viejos o se
rebelen contra una situación de trabajos forzados en
beneficio de los mayores". Agregando (por si el "miedo" o el
"odio" insinuado, no alcanzaran): "un escenario como este no es
improbable, sino muy posible, y constituirá un serio
problema social y político en un horizonte no muy lejano".
"Es la guerra civil fría".

Lo dicho. La "solución final". Haga patria, mate
a un viejo (la guerra civil fría). Para poder seguir
"consumiendo" los jóvenes deben negarse a continuar con el
modelo de reparto. Para poder seguir manteniendo el nivel de
vida, las generaciones futuras, deben apostar por la "sociedad de
propietarios"…

"Bombas de relojería"… "Guerra civil
fría"… "Rebelión contra una situación
de trabajos forzados"… "Negarse a sacrificar su nivel de
vida para pagar las pensiones y/o sanidad de los
viejos"…

Por mucho menos que esto, Hitler ha sido calificado como
el "monstruo" mayor de la historia… Todavía se
sigue pidiendo "perdón" por la llamada "solución
final"… Todavía se siguen "pagando" las deudas de
guerra, caliente o fría, pero siempre
guerra…

Al menos, Hitler no provocó el odio entre
generaciones de la misma nación. Al menos, Hitler no
convocó al "parricidio" ritual… Ahora se lo
"insinúa", se lo "motiva", se lo "induce". Jóvenes
contra viejos. Eliminar la jubilación (no sé por
qué, pienso en la "respiración asistida"). Eliminar
la sanidad universal. Luego, eliminar a los pobres…La
"solución final". O sea.

Explicaciones alternativas del incremento de la
desigualdad (a mi cuenta y riesgo, aunque no estoy
solo)

(La desigualdad no está -justamente- en el gasto
del Estado del Bienestar)

Factor tecnológico: El cambio
tecnológico basado en la cualificación, y
especialmente el empleo de ordenadores, incrementa la prima de
los trabajadores más cualificados/más
formados.

Factor globalización: Los cambios en la
demanda de productos, junto con el comercio o la
desindustrialización, conllevan cambios en el empleo hacia
los sectores intensivos en cualificación.

Factor inmigración: Incremento en la
oferta de trabajadores menos cualificados.

Estos factores provocan incrementos en la demanda
relativa de trabajadores más cualificados/educados en
relación a los trabajadores menos cualificados/formados.
Modificación de la oferta y demanda de
cualificaciones.

Descenso en la fuerza de los
sindicatos

Erosión del valor real del salario
mínimo

Cambios en las normas de
remuneración

Los cambios en las instituciones que determinan los
salarios han colocado en una débil posición
negociadora a los trabajadores peor situados en la
distribución de la renta.

Conclusión: Los cambios en la oferta y demanda de
cualificaciones y en las Instituciones que determinan los
salarios han "incrementado la desigualdad".

Los mecanismos del mercado de trabajo son los dominantes
en la determinación de la dinámica de la
desigualdad en el mercado de trabajo.

Para comprobar esta hipótesis puede recurrirse a
los cambios en los coeficientes de Gini para los países de
la OCDE, 1970 – 1990 (según las medidas de Deininger y
Squire), del Cuadro 7.3, del libro de James K. Galbraith y
Maureen Berner ("Desigualdad y cambio industrial"), antes
citado.

Surgen algunas pautas bastante plausibles. En primer
lugar, los países que exhiben los niveles más altos
de desigualdad en el primer período (Francia, Portugal,
Italia y España) se han convertido en países
más igualitarios a lo largo del tiempo, con descensos
relativos en la desigualdad que van desde el 10 por 100 en
Portugal hasta más del 30 por 100 en España.
Italia, Reino Unido, Países Bajos y Japón tienen en
común una evolución de la desigualdad en forma de
"U", con diferencias en el punto de inflexión (de
desigualdad decreciente a desigualdad creciente) de un
país a otro. Japón y Reino Unido fueron los
primeros en cambiar en el período 1975 – 1980, seguidos de
Italia y Países Bajos en el siguiente período. De
los primeros, el Reino Unido exhibió la aceleración
más fuerte en el incremento en la desigualdad una vez que
tuvo lugar el cambio. Con la excepción de Nueva Zelanda,
Reino Unido era el país en el que la desigualdad
creció más, en casi cinco puntos de
Gini.

Nueva Zelanda, Australia y EEUU presentan pautas
consistentes en aumento en la desigualdad. El incremento de la
desigualdad estadounidense comenzó en los años
setenta y fue el primero en desarrollarse. Checoslovaquia y
México mostraron una pauta oscilante en el tiempo, pero el
contexto institucional de estos países era muy diferente
del que existía en el resto. En Canadá y
Bélgica, la tendencia fue hacia un descenso en la
desigualdad, con un ligero incremento entre los períodos
para cada país.

Desafortunadamente, no se pueden extraer conclusiones
definitivas; en todo caso, estos datos simplemente diferencian
las economías anglosajonas, en las que la desigualdad
creció mucho más pronunciadamente que en el resto
de los países.

Para aquellos lectores interesados en observar la
"evolución" de los datos estadísticos reproduzco
(parcialmente) el Cuadro 7.1 del libro citado: Coeficientes de
Gini para 23 países de la OCDE, 1969 – 1992

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  • (1) primer año registrado
    1973

  • (2) último dato registrado
    1989

  • (3) último dato registrado
    1988

  • (4) primer dato registrado 1974

  • (5) dato correspondiente al año
    1989

  • (6) último dato registrado
    1991

  • (7) primer dato registrado 1973

  • (8) dato correspondiente al año
    1981

  • (9) último dato registrado
    1984

  • (10) dato correspondiente al
    año1979

  • (11) último dato registrado
    1984

  • (12) último dato registrado
    1991

A falta de actualización de los datos, tal vez
sea suficiente con la información periodística,
para constatar los alcances del "cielo protector". Hasta donde
llega la "privatización", el "conservadurismo compasivo",
o como dice Bush, la "sociedad de propietarios". Ustedes
juzgarán.

(BBCMundo.com – 12/01/05): "Mendigos en tierra de
abundancia"

"Muchos ven a EEUU como la sociedad más rica del
mundo, una tierra próspera, llena de
oportunidades.

Pero, a las sombras del "sueño americano"
también se registra un importante y creciente problema: la
indigencia.

Se estima que alrededor del 1% de la población se
queda sin hogar en algún momento a lo largo de un
año cualquiera.

Las organizaciones de caridad critican al gobierno,
tanto federal como de los diferentes estados, por no hacer lo
suficiente para ayudar a los desamparados, y agregan que la
legislación actual hace las cosas aún
peor.

Paradójicamente, la ciudad con uno de los peores
registros de indigencia es la misma capital estadounidense,
Washington DC.

A las seis de la mañana, el centro del distrito
federal está oscuro y en las calles hace mucho
frío. Unos 200 indigentes convergen ante el portal de una
iglesia, cálido y bien iluminado, para recibir un desayuno
caliente consistente en avena y "bagels" o rosquillas, con huevos
revueltos y café humeante. Es la Cocina de Miriam
(Miriam"s Kitchen), una organización de caridad que ha
servido desayunos gratuitos cada día, durante los
últimos 21 años.

De acuerdo con su director, Scout Schingleberg, hay una
serie de factores que contribuyen al problema de la indigencia en
Washington DC.

"El alto costo de los alquileres, la falta de servicios
sociales y el elevado índice de pobreza, se combinan de
forma dramática para que Washington tenga uno de los
mayores índices de indigencia per cápita del
país", señaló Schingleberg.

Durante los últimos años, el número
de personas sin hogar que atiende la Cocina de Miriam
aumentó un 30%…La mayor parte de los nuevos indigentes
ha quedado sin hogar como consecuencia de la crisis
económica: algunos perdieron su trabajo; otros fueron
desalojados de sus viviendas por no poder pagar rentas cada vez
más altas…

EEUU es criticado por criminalizar la indigencia. Dormir
en la calle es un delito en muchos estados. Los mendigos son
perseguidos por la policía; a veces, incluso, son
encarcelados…

Problemas prácticos nunca faltan. Pero cuando les
pregunto a los sin techo de Washington qué es lo que
encuentran más difícil, la mayoría habla del
estigma social, la indiferencia y el rechazo
público.

"La mayor parte de la gente está tan inmersa en
su vida cotidiana, que si te miran y se percatan de que eres
indigente, te conviertes en una especie de ser
invisible"…"No es que sean malos, sino que así son
las cosas. Te miran y quizás no te ven, pero en realidad
no te ven"…

"Este problema seguirá creciendo hasta que la
sociedad toda se dé cuenta de que hay un problema de
fondo", dice Scout Schingleberg, director de la Cocina de
Miriam"…

Otra forma de "abrir el melón" del Estado del
Bienestar, puede ser observar la "evolución" del esfuerzo
protector en Europa (lo que se quiere desmontar).

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Fuente: Eurostat e Informe sobre la Salud en el Mundo
2003, de la OMS

La "calentura" está en saber si los países
desarrollados, cuyos Estados ricos han levantado sistemas
protectores financiados con diversas cargas impositivas,
podrán mantener su competitividad frente a los
países emergentes que producen a precios más
baratos porque, entre otras razones, no facilitan a sus
ciudadanos ninguna red.

Los grandes empresarios y banqueros, ahora con la
presión de la globalización, piensan que "no hay
demasiado tiempo" para dejar en la mínima expresión
el renglón de los gastos sociales.

Lo que resulta menos "comprensible" (y mucho menos,
"asumible"), es que los ultraliberales practiquen la demagogia de
las rebajas sin fin de los impuestos, a riesgo de destruir el
equilibrio social.

No es "comprensible" (y muchos menos, "asumible"),
extender la pobreza social que aportan a Occidente los modelos
productivos de China, India o Corea, que sólo pueden ser
calificados de desiguales y explotadores.

No es "comprensible" (y mucho menos, "asumible") entrar
al futuro caminando hacia atrás.

Mientras los "profetas de la privatización"
sostienen que el sistema de protección social "está
abocado a la quiebra" o "está destinado a chocar contra un
iceberg"… El seguro privado mira atento a los
hospitales… Se inventan enfermedades para ganar
dinero… Las alertas sobre riesgos de medicinas nuevas
mueven a reclamar garantías… Los expertos piden
cambios en las agencias de medicamentos… La
preocupación por el elevado coste de los fármacos
refuerza la necesidad de analizar las ventajas de los nuevos
productos, más caros… y Bush reforma el Medicare
(¿bendición o trampa?).

Y en el Apartado La
"utopía" de la Europa social (lo que algunos llaman
mito…)

A modo de conclusión, escribía:

Cuando no se puede negar lo obvio, torcer la realidad,
ocultar la evidencia, demostrar lo… indemostrable, no
puede hablarse del "fantasma" de los mitos perturbadores que han
retornado.

Los "pragmáticos" (?) sostienen que la
economía europea está en la encrucijada, que
sólo puede salir del actual atolladero "articulando un
cuerpo de políticas macroeconómicas coherentes (?)
con la promoción del crecimiento, al tiempo que se
mantienen las políticas macroeconómicas de
estabilidad y se modernizan las políticas de
cohesión -esto es lo que se suele llamar "las
políticas sociales"- para adaptarlas al entorno actual
más exigente de globalización y fuerte competencia
exterior"…Y agregan: Sólo así, "Europa
estará labrándose un futuro más
próspero y ganando peso en el concierto
internacional.

Pero eso es, cabalmente, lo contrario, de los cinco
criterios que predica la "Europa social" : que la tasa de paro
esté por debajo del 5%; que la tasa de pobreza -los que
viven por debajo del 60% de la media nacional- sea inferior al
5%; que la tasa de analfabetos de más de 10 años
sea inferior al 3%; que la tasa de los mal alojados no supere el
3%; finalmente que la ayuda pública a los países en
vías de desarrollo sea mayor del 1% del PIB.

Los "pragmáticos" (?), como sucede siempre,
sostienen que creer en un "mito" como éste lleva a la
ruina. La Europa social hundiría a la Europa
próspera, y no habría Europa social.

Los "utópicos" (entre los que me incluyo)
sostienen que "no se trata de desear lo imposible, sino -tal vez-
sólo de continuar lo posible".

A menos, que los "pragmáticos" se atrevan a
"confesar" y "convencer" de las virtudes competitivas y
redistributivas de la "carrera de la pobreza" (pobres contra
pobres). Por las dudas, tomen nota:

  • La próxima vez que se ponga una camisa, un
    sostén o un calzoncillo, será protagonista
    quiera o no de un drama que afectará la vida de 40
    millones de trabajadores en el mundo. Ese es el número
    de personas empleadas por la industria textil y de la
    indumentaria, que desde el 1º de enero de 2005
    experimentará una verdadera revolución. En esa
    fecha expiró el llamado Acuerdo Multifibras, el
    sistema de cuotas que ha regido durante décadas las
    exportaciones sobre todo a los grandes mercados de EEUU y
    Europa. En otras palabras, gigantes como China podrán
    exportar sin que las cuotas les impongan límites.
    Habrá ganadores y perdedores, sobre todo en
    América Latina. Para muestra un botón.
    Según las estimaciones de la OMC, las exportaciones de
    textiles de China a EEUU pasarán de un 16% a un 50%,
    mientras que las de México caerán un 70%.
    Detrás de los porcentajes estarán los rostros
    de miles de personas en el mundo que perderán sus
    empleos y otras que lo conseguirán. En Bangladesh
    podrían perderse un millón de empleos (otros
    cálculos cifran la pérdida en 1,8 millones).
    Según estimaciones citadas por la Federación
    Internacional de Sindicatos (ICTFU), el sector textil y de la
    vestimenta emplea cerca de 40 millones de personas en el
    mundo, muchas de ellas mujeres. El sector genera según
    las mismas estimaciones intercambios comerciales por un monto
    superior a los US$ 360.000 millones al año, un 6% del
    comercio mundial. Según los expertos, el fin del
    sistema de cuotas hará que las compañías
    dejen de comprar textiles y vestimenta de los países
    menos competitivos. Es poco probable que las
    compañías como GAP o NIKE compren sus productos
    de solamente un país, pero según un
    representante de la Asociación de Importadores de
    EEUU, citado por la ICTFU, "es probable que las empresas
    compren sus productos de cinco o seis países para
    2007, en lugar de esparcir sus compras en 50 países
    diferentes, como hacen hoy". Las fábricas están
    cerrando o amenazando cerrar en todas partes, incluyendo
    Turquía, México, América Central, en
    África, en Asia. Sólo en China los obreros
    están trabajando horas extras para construir nuevas
    plantas.

La industria textil y de la vestimenta también es
una fuente importante de trabajo en Occidente. Sólo en la
Unión Europea emplea a 2,5 millones de personas,
según un documento de la ICTFU.

En EEUU ya se han perdido 350.000 empleos en el sector
en los últimos cuatro años de acuerdo al
documento.

China e India serán los grandes beneficiarios.
Los productos chinos son considerablemente más baratos por
varios factores, especialmente el costo menor de la mano de obra.
La ICTFU habla de "salarios de miseria, que se mantienen al mismo
nivel durante años y se pagan a veces con atraso de meses,
además de condiciones de trabajo deplorables". China e
India tienen como 600 millones de personas muy pobres, que viven
con menos de un dólar al día.

Según el Banco Mundial, China pasará a
controlar un 50% del comercio mundial textil en el 2010. Y
diversos estudios apuntan que podrían perderse hasta 30
millones de empleos en el mundo.

Un consuelo para "idiotas": entre los ganadores
estarán también los consumidores, ya que la mayor
competencia llevará probablemente a una caída en
los precios. Según estimaciones citadas por OXFAM, una
familia en Europa paga US$ 350 adicionales en ropa de lo que
debería, debido a las actuales barreras.

Nos quedamos sin trabajo, pero podemos comprar
más barato lo que antes producíamos (más
caro) en el empleo que hemos perdido. Esto es la
"competitividad"; esto es el "librecambio"; esto es lo que se
hace pero no se dice; este es el "catecismo" de los
pragmáticos. Esta es la flexibilización buscada.
Esta es la desregularización pretendida. Este es el cambio
de estructuras propugnado. ¡Estas son las "municiones" con
las que cargan las armas para "fusilar" al Estado del
Bienestar!

  • (30/05/03): Esclavos a los 7 años. Dos
    reporteros viajan hasta Benín, en África, y
    Pakistán, en Asia, para comprobar la más atroz
    de las crueldades sobre los seres más indefensos. La
    realidad supera cualquier fantasía de
    terror.

La tragedia de ser niño en Benín, vendido
por una bici o por 20 euros. El 10% de los niños de
Benín, unos 300.000 viven como esclavos dentro o fuera del
país. Los niños del mercado pasan 12 horas
vendiendo y 6 trabajando en casa.

En Pakistán, ser niño es un infierno. Con
apenas 7 años pueden ser condenados a muerte o encerrados
en cárceles rodeados de adultos. Los más
afortunados, son obligados a vivir el resto de su vida en centros
donde duermen en el suelo, sólo pueden salir al patio
durante una hora al día y son sedados para que no
molesten.

  • (28/11/04): Explotado por los Reyes Magos. El
    periodista se hace pasar por un empresario occidental y entra
    en fábricas de China donde niños,
    jóvenes y mayores trabajan en condiciones
    infrahumanas. Jornadas de 14 horas, siete días a la
    semana, para inundar Occidente de juguetes.

En las fábricas-cárcel los empleados no
pueden salir durante meses. Por una hora extra cobran 10
céntimos. El obrero memoriza un cuestionario por si
aparece el inspector. "¿Has visto un menor trabajando?":
Respuesta: "No". En Mou Yip, el periodista localiza a varios
menores. Su cometido: fabricar miles de muñecas a un euro
y medio, la unidad.

¿Y qué hacen las grandes empresas
multinacionales en esta carrera -siniestra- de la
pobreza?

  • (08/01/05): Nike, Puma y Kindy dejan Marruecos tras
    la apertura a las importaciones chinas.

H&M y Marks & Spencer también preparan el
cese de la producción en el país.

Nike, Puma y Kindy, tres grandes multinacionales del
sector textil, han dejado de subcontratar su producción en
Marruecos como consecuencia del fin de las cuotas en el comercio
textil mundial. La patronal del sector calcula en 70.000 los
empleos amenazados. Marruecos puede perder el 40% del mercado
europeo.

De momento, parece que empiezan a confirmarse los
augurios de que el fin de las cuotas va a suponer una
deslocalización masiva de producción hacia China
por parte de empresas europeas y estadounidenses.

Estos son algunos ejemplos -sólo algunos- de la
"paradoja de la liberalización".

Se ha invertido la estrategia de Henry Ford de pagar lo
suficiente a sus trabajadores para que compren coches Ford. Las
mezquinas políticas salariales -que van
imponiéndose en EEUU y Europa- son parte de una
economía en la que los trabajadores sólo pueden
permitirse el "lujo" de comprar productos chinos.

Así y todo -una vez más- debemos soportar
la misma hipocresía en el Foro Económico Mundial,
en Davos, cuyo tema estrella es: "Seguridad y prosperidad, la
misma moneda". Para finalizar diciendo (¡ofendiendo a la
inteligencia y tomándonos por idiotas!): "Lo que se
está escribiendo aquí es un nuevo pacto adaptado a
los nuevos tiempos del viejo entre el capital y el
trabajo".

Permítanme concluir citando a dos grandes
Maestros.

Dijo Camus: "Indudablemente cada generación se
cree destinada a rehacer el mundo. La mía sabe, sin
embargo, que no podrá hacerlo. Pero su tarea es,
quizá, mayor. Consiste en impedir que el mundo se deshaga.
Heredera de una historia corrupta en la que se mezclan las
revoluciones fracasadas, las técnicas enloquecidas, los
dioses muertos y las ideologías extenuadas; en la que
poderes mediocres, que pueden hoy destruirlo todo, no saben
convencer; en que la inteligencia se humilla hasta ponerse al
servicio del odio y la opresión"…

Dijo Sabato: "Tenemos que absolutamente saber que hay
una manera de contribuir a la protección de la humanidad,
y es no resignarse.

Veinte o treinta empresas, como un salvaje animal
totalitario, tienen el dominio del planeta en sus garras.
Déspotas invisibles, controlan con sus órdenes la
dictadura del hambre, la que ya no respeta ideologías ni
banderas. Continentes enteros en la miseria junto a altos niveles
tecnológicos, posibilidades de vida asombrosa a la par de
millones de hombres desocupados, sin hogar, sin asistencia
médica. Diariamente es amputada la vida de miles de
hombres y mujeres; de innumerable cantidad de adolescentes que no
tendrán ocasión de comenzar siquiera a entrever el
contenido de sus sueños. Ya la gente tiene temor que por
tomar decisiones que hagan más humana su vida, pierdan el
trabajo, sean expulsados y pasen a pertenecer a esas multitudes
que corren acongojadas en busca de un empleo que les impida caer
en la miseria. Son los excluidos, una categoría nueva que
habla tanto de la explosión demográfica como de la
incapacidad de esta economía en cuyos balances no cuentan
la vida de millones de hombres y mujeres que así viven y
mueren en la peor miseria. Son los excluidos de las necesidades
mínimas de la comida, la salud, la educación y la
justicia; de las ciudades como de sus tierras"…

(De 2005 a 2013) "Y mira que ha llovido desde
entonces"…

(Octubre de 2013) Desde el año 2008 en
adelante, los habitantes de los países avanzados
(¡vaya sarcasmo!) fueron "agraciados" con la mayor
depresión registrada desde el año 1930, y
"enviados" al Tercer Mundo, en un vuelo non stop.

Por el sumidero de la historia se han ido, o van en
camino de ello, años de luchas y conquistas sociales,
beneficios que las sociedades desarrolladas
(¿debería decir, "ex"?) daban por seguros, estables
y predecibles. Educación, sanidad, pensiones… todo
un sistema de protección, redistribución de
ingresos, equilibrio social… se ven cercenados, limitados,
restringidos, condicionados, circunscriptos,
trabados…

Es el "fin de la historia", pero no por el
"éxito" del "neolibralismo", como proclamó
Fukuyama, sino por el "fracaso", estruendoso del "mercado de
manos libres", que muchos, como Fukuyama, promovieron,
justificaron o toleraron.

Ahora, se trata de "pagar la cuenta". Una cuenta que
contrajeron los ricos y poderosos (los de siempre. vamos), pero
que deben saldar los que trabajan, los que estudian, los
desempleados, los pobres, los enfermos… (los de siempre.
vamos).

Una cuenta que no se originó por el alto costo
del Estado del Bienestar, como tratan de hacernos creer (vivir
por encima de nuestras posibilidades), sino por el alto costo de
la Economía de Casino, que se niegan a reconocer
(especular por encima del capital propio), y que ha sido el gran
causante del déficit y la deuda pública, con el que
ahora se les rescata (con el timo del riesgo sistémico y
el mito de la estabilidad de los mercados). Del "espejismo" a la
"crisis". Menuda receta.

Sembrar el pánico. La inseguridad sanitaria
(que es lo que nos ocupa), educativa (tratada anteriormente) o
jubilatoria (el próximo apartado) son los últimos
eslabones de una dependencia aberrante de la economía
financiera.

Hay una relación directa entre la
institucionalidad de un país y su capacidad para educar a
los niños, mejorar las infraestructuras, cuidar la salud
de las personas y tener sistemas judiciales claros y
transparentes. Es la base de todo el sistema. ¿Es
razonable (justo y necesario) que algunos países europeos
condenen a su población a vivir en condiciones de
post-guerra, para pagar las indemnizaciones de una guerra
(financiera) que libraron (y perdieron) los "amos del
universo"?

No se trata de problemas de eficiencia del gasto (ya
llegaremos a ello), siempre interesante, siempre conveniente,
sino de sobrevivencia del sistema de seguridad pública, de
mantener la estabilidad y generar prosperidad (como había
sido en los últimos 70 años). Parte de lo que fue
necesario para moldear la Unión Europea.

El interrogante es el siguiente: ¿La
Unión Europea del siglo XXI se asemejará a Europa
-la región dominante de gran parte de la historia moderna-
durante la primera mitad del siglo XX, cuando experimentó
dos guerras de costo y destrucción sin precedentes, o la
segunda mitad, cuando las tensiones con la Unión
Soviética se manejaron de manera efectiva y Europa
occidental experimentó una paz y una prosperidad nunca
antes vistas?

Europa no solo tuvo suerte. La historia se
desarrolló como lo hizo, solo porque sus líderes
políticos demostraron una gran visión y disciplina.
En consecuencia, adversarios de larga data como Francia y
Alemania se reconciliaron dentro de un proyecto regional
-primero, una comunidad de carbón y acero, que se
expandió hasta convertirse en la Comunidad
Económica Europea y, finalmente, la Unión Europea-
que integró al continente política y
económicamente a punto tal que un conflicto violento
pasó a ser impensable.

Kafka en el seguro social

La opción sanitaria europea más temible
(no improbable) en la del Tercer Mundo.

Y cuenta la historia…

"En 2008, el Gobierno de México lanzó
un novedoso concurso para identificar el trámite
más inútil, engorroso y surrealista de los
más de 4.200 que superpueblan la feroz burocracia federal.
Además de un buen reguero de titulares, las más de
21.000 propuestas que recibió la iniciativa ofrecieron una
espeluznante radiografía del purgatorio en el que se ha
convertido la Administración Pública mexicana,
donde abrir un negocio, introducir un reclamo o denunciar un robo
puede convertirse en una auténtica roca de Sísifo
del papeleo.

La palma (y los casi 16.000 euros de premio) se la
llevó una atribulada madre soltera que, dos veces al mes,
pasaba las de Caín en los pasillos del Seguro Social
tratando de conseguir un medicamento para su hijo de siete
años. Formalizar el pedido le tomaba un mínimo de
cuatro días, en los que debía lidiar con una
maraña de no menos de ocho funcionarios.

No faltó quien postulara al propio concurso
como "el trámite más inútil" ante las
dificultades que tuvieron para encontrar las bases de la
convocatoria. Y a tenor de los resultados, algunos no
dudarían en darles la razón. De las 1.200
diligencias que se propusieron eliminar en tres años, las
autoridades apenas podaron 30, según el informe final de
la Secretaría de la Función
Pública.

A día de hoy, los mexicanos (y su
productividad) siguen languideciendo en interminables colas para
hacer trámites kafkianos en oficinas cochambrosas a merced
de funcionarios incompetentes, despóticos o directamente
corruptos. Un rosario de despropósitos que se reza en toda
América Latina, con alguna honrosa excepción que
viene a confirmar la triste regla"…
Esta es la
maldición de Latinoamérica (El Confidencial –
30/10/13)

¿A esta situación, quieren llegar los
líderes europeos cuando proponen instaurar la "sociedad
participativa", o la "solidaridad directa", o la "big
society"?

En esa tesitura "tercermundista": ¿"la gente
quiere decidir por sí misma, organizar su vida y cuidar de
los otros"?

¿Privar a los sectores más necesitados
de la población de un sistema sanitario amplio y
eficiente, equivale a "reinventar" el Estado del
Bienestar?

¿Los pacientes que concurren al hospital
público a recibir atención sanitaria, se
"corrompen" porque los hace dependientes de las
ayudas?

¿Los enfermos conectados a la "máquina
de diálisis" para su tratamiento (por ejemplo), pueden
considerar al estado como una "maquinita de la
felicidad"?

Dios mío: cuanta injusticia, cuanto
despotismo, cuanta mediocridad moral, cuanta estupidez, cuantas
mentiras, cuanta traición, cuanta corrupción,
cuanta doblez, cuanta hipocresía, cuanta arrogancia,
cuanta insensibilidad, cuanta
cobardía…

Ante tal ignominia, afrenta, infamia,
escarnio… solo puedo rogar: "Señor no les perdones,
porque saben lo que hacen".

Enfermos de esperar: "Hermano Calmado"

Monografias.com

El afectado (Imagen: Twitter – El Economista – 30/10/13)

"Las imágenes de un hombre en un hospital del
noreste de China mientras aguardaba pacientemente su turno en una
sala de espera con media hoja de un cuchillo clavada en su
cráneo, circulan ampliamente en las redes sociales del
país, donde los internautas se preguntan cómo puede
alguien actuar con tal calma.

Las fotografías pertenecen a un hospital de
la ciudad de Yanji, en la provincia de Jilin, donde se ve
cómo el hombre espera en la entrada de la consulta o
permanece sentado de brazos cruzados, casi sin
inmutarse.

Los internautas han apodado al paciente "Hermano
Calmado", mientras la prensa local ha aclarado que el hombre, de
mediana edad y cuyo nombre no ha sido revelado, se clavó
el cuchillo de cocina en una pelea en broma con
amigos.

La víctima no sentía apenas dolor
cuando llegó al hospital, y al parecer el cuchillo no
había llegado al interior del cráneo, por lo que no
causó daños cerebrales y fue retirado con
facilidad, señalaron los médicos del hospital donde
ocurrió el suceso, anejo a la Universidad de
Yanbian.

Al parecer "Hermano Calmado" no ha interpuesto
denuncia alguna contra sus amigos, y ha evitado hacer
declaraciones a la prensa, mientras que el hospital se ha negado
a facilitar más datos sobre su
identidad"…

¿Cuánto tiempo habrá que esperar
para ver una "Imagen Twitter" semejante, de alguna "sala de
urgencias" en un hospital europeo (ya no digamos en los EEUU
donde no se hacen fotos tan… "manidas"?

Big society: pagar más y tener menos servicios
(educación, sanidad, pensiones…).

Tan despóticos con los débiles
(impositores) y tan serviles con los poderosos
(ricos).

Mientras a ustedes (ilustres dirigentes) les da igual
lo que piensen los ciudadanos, creo, humildemente, que hay otra
forma de hacer Europa (o EEUU, en su caso).

Para los profetas del libre mercado, todos estos
problemas se reducen a una simple pregunta: "¿En
qué tipo de sociedad queremos vivir?" Las opciones, a
juicio de la mediocre dirigencia europea (o estadounidense, tanto
monta, monta tanto), son igualmente simples: las respuestas
serían o "en una sociedad donde se viva en "dependencia""
o "en una sociedad basada en la
"autosuficiencia"".

Un proceso tecnocrático de formulación
de políticas socio-económicas, debería tener
contestaciones, más racionales, más diversas,
más complejas, más flexibles, más
amplias… menos "dogmáticas", menos
"incuestionables", menos "radicales".

Relación costo/eficiencia del sistema
de salud (buscando unas bases sólidas de
financiación a largo plazo, en contra de las
políticas fiscales irresponsables)

¿Debe la sanidad pública ser el
paraíso del "gratis total"?

¿Debe la sanidad pública ser una
carrera loca (de los políticos demagogos) por tener el
establecimiento hospitalario más grande y más
moderno, con la aparatología y tratamientos, más
sofisticados, sin medir costos, ni beneficios?

¿Deben los médicos de la sanidad
pública sobremedicar, ordenar análisis
innecesarios, exámenes redundantes, tratamientos
prolongados con inciertas probabilidades de éxito,
intervenciones quirúrgicas avanzadas…, solo para
mantener a pleno funcionamiento, instalaciones hospitalarias
sobredimensionadas, aparatología de última
generación y dotaciones profesionales
subutilizadas?

¿Resulta razonable que el 40% del gasto
sanitario de una persona, se haga en los últimos 6 meses
de vida? ¿Para qué? ¿En beneficio de
quién?

¿Existe algún cálculo (o
interés en hacerlo) sobre el derroche en tratamientos
inútiles que sangran a la sanidad
pública?

¿Se realiza alguna evaluación
económica de medicamentos como factor de sostenibilidad de
la sanidad pública?

¿Cuántas intervenciones médicas
son innecesarias?

¿Un sistema gratuito que permite al usuario
disponer de toda la cantidad de servicios que desee sin
sobrecoste, no incitan a los usuarios a sobreutilizar los
servicios?

¿Esa hiperfrecuentación, no satura los
servicios de atención médica y genera un incremento
desmesurado en el número de recetas?

¿Cuántos laboratorios médicos
crean patologías para vender más?
¿Cuántos medicamentos van en busca de la enfermedad
y no al revés? ¿De verdad son seguros los
medicamentos que nos recetan?

Larga vida: ¿cuánto costará
mantener a tantos mayores en condiciones adecuadas?
¿Compensa vivir cien años?

Ahora, veamos qué ocurre con los que viven del
lado "bueno" de las vías del tren

¿Es posible que en el país más
rico y poderoso de la tierra (de momento) haya más de 45
millones de habitantes sin "cobertura sanitaria"?

¿Resulta creíble que si EEUU no reforma
la sanidad y las pensiones, no podrá costear su deuda
pública?

¿Hasta cuándo los americanos ricos
podrán "seguir a lo suyo": sosteniendo que la pobreza y la
salud "no" son "problemas sociales"?

¿Estaría la gente de la derecha
americana dispuesta a dejar morir por falta de asistencia a
aquellos que no están asegurados aunque no sea culpa
suya?

¿Por qué en los EEUU solo los pobres
mueren jóvenes? ¿Será un daño
colateral?

¿Por qué en los EEUU los ricos son
más sanos? ¿Será un hecho de la
naturaleza?

Entre revocar el "Obamacare", como llaman
despectivamente los republicanos a la Ley de Cuidado de Salud
Asequible, y "el peligro de un "socialismo" disfrazado que
abultará el déficit nacional" (sic)…
¿puede ser que más de 129 millones de
estadounidenses menores de 65 años… estén en
riesgo de perder su seguro de salud porque tienen condiciones
pre-existentes"?

En realidad, la mayoría de los estadounidenses
no asegurados tienen pocos ingresos y no pueden permitirse un
seguro, o bien son rechazados por las aseguradoras porque padecen
enfermedades crónicas. Las personas que no pueden
permitirse la asistencia sanitaria básica por lo general
no la consiguen y a veces mueren como consecuencia de
ello.

Es importante señalar que el número de
estadounidenses sin seguro de salud alcanzó un
máximo histórico en 2010, Alrededor de 50 millones
de residentes de Estados Unidos (uno de cada seis) pagan de su
bolsillo los gastos médicos en que incurren. La
recesión de 2008 no es la única razón para
esta escalofriante cifra; también hay que culpar a
decisiones políticas de larga data.

La Ley de Salud Asequible, impulsada por Barack Obama
y aprobada por el tribunal constitucional de EEUU, introduce los
mayores cambios en el sistema sanitario del país en una
generación. La ley extiende la cobertura sanitaria a
millones de estadounidenses (aproximadamente el 15% de la
población) que actualmente no tienen seguro y
cambiará la forma en la que los ciudadanos compran sus
seguros médicos y lo que las aseguradoras deben
cubrir.

La sanidad en EEUU seguirá siendo de pago. Los
pacientes siempre tienen que pagar por la póliza, o bien a
través de lo que le descuenta su empleador de la
nómina o bien contratando él mismo un seguro
privado. Además, normalmente se abona un copago cuando se
visita al médico o se compra un medicamento incluso con
receta.

En el Día de Todos los Santos

Inicio la redacción de esta Sección el
1 de noviembre de 2013 (Día de Todos los Santos); es una
tradición católica instituida en honor a todos los
santos, conocidos y desconocidos, según el papa Urbano IV,
para compensar cualquier falta a las fiestas de los santos
durante el año por parte de los fieles. En diversos
lugares del mundo se celebra la tradición de honrar y
traer a la memoria a las personas que han muerto.

¿Los "caminos" de Dios? ¿un acto
premeditado? ¿un hecho fortuito? ¿un día
como cualquier otro? Ustedes califican. Para mí, es una
señal, una advocación.

El título que tenía previsto para esta
parte era: "Encefalograma plano"

La arrogancia, irresponsabilidad y frivolidad, con
que los líderes políticos están tratando y
resolviendo los temas de la sanidad pública, me lleva a
preguntar: ¿son así de imbéciles o lo
parecen? ¿son conscientes que están en el cargo por
el voto de los ciudadanos? ¿acaso recuerdan quién
les paga el sueldo (al menos el oficial)?

Si se implementan con rigurosidad e inmediatez las
medidas de "sostenibilidad" previstas en la sanidad
pública (y todo hace pensar que así será),
podría diagnosticarse una "muerte cerebral" del sistema
(ocurre cuando no llegan al cerebro ni el flujo sanguíneo
ni el oxígeno, lo que provoca que éste deje de
funcionar; no obstante, el resto de los órganos pueden
seguir funcionando por asistencia mecánica incluso varios
días después de que el cerebro haya
"muerto").

Estos "insensatos" dejan abandonados a niños,
ancianos, deficientes mentales, lisiados, dependientes,
moribundos, personas sin recursos, padres que necesitan enviar a
sus hijos a la guardería para ir a trabajar
(después de haber alentado la natalidad), parturientas,
enfermedades raras, asistencia psiquiátrica,… y
así, hasta "vaciar" el "manual de anatomía",
mientras "podan" de raíz, el
vademécum.

Una sanidad "low cost", dónde a los ancianos
se les tome la tensión con el abrigo puesto (de prisa, de
prisa), dónde los médicos de familia atiendan (pero
nunca escuchen o contengan) un paciente cada 15 minutos (de
prisa, de prisa), dónde el acceso a las consultas externas
y pruebas especiales, sea una travesía del desierto o una
"lotería" (aguante o sorteo), dónde las "listas de
espera" se prolonguen hasta la extenuación o la baja por
fallecimiento (una buena fórmula
económica).

Para restar un poco la dramatismo al texto, y en
celebración de "San la Muerte" les dejo algunos
"epitafios" para que los pacientes puedan despedirse del Servicio
Público de Salud: "Perdón por no
levantarme"
(Groucho Marx)
"Ya decía yo
que ese médico no valía mucho"
(Miguel
Mihura)
"Perdónenme el polvo" (Cesar
Vallejo)
"Si no viví más fue porque no
me dio el tiempo"
(Marqués de Sade).

Otros "epitafios" (anónimos): Te dije que
estaba enfermo
Bueno, esto es un asco – No
estaré de vuelta, tras este mensaje – Esto es todo, amigos
– Idos, estoy dormido.

Tal vez, sea lo único que nos quede (a los
sufridos contribuyentes) del sistema público de sanidad:
"la envidiable salud de los decesos".

Más allá de la economía
financiera: las otras deudas

Después de semejante "catilinaria", algunos
podrán pensar que estoy haciendo una defensa
"acérrima" del servicio social de salud. No es el
caso.

Después de tamaña "catarsis", algunos
podrán suponer que la única forma de
"universalizar" el cuidado sanitario, es a través del
sector público. No es el caso.

Después de tanto "discurso", algunos
podrán imaginar que la única medicina "altruista"
es la que se practica en los hospitales del estado. No es el
caso.

Siguiendo el principio, "todo el mundo está
cubierto, pero no todo está cubierto", los gobiernos
deberían investigar qué servicios son más
eficaces en función de los costes y cuáles no deben
ser financiados con fondos públicos, debido a que son
costosos e ineficaces. La lista de los servicios asegurados
siempre puede elevarse en sintonía con las rentas y los
ingresos del gobierno, en cada momento y
circunstancia.

En realidad lo que me interesa y defiendo, es un
"servicio" sanitario, lo más amplio y colectivo posible.
Con las mejores prestaciones médicas, y al menor costo
fiscal. Me da lo mismo, si es público en su totalidad, o
prestado por el sector privado con la propiedad del estado, o
totalmente privado con una membresía abonada con un
"cheque sanitario". Me importa la calidad y el alcance
(cobertura) del servicio, no su propiedad o la modalidad de
prestación. Que los ciudadanos de un país, por el
solo hecho de serlo, tengan acceso a un control y cuidado su
salud, razonable, sin el límite que impongan sus propios
recursos económicos.

Sospecho de los políticos que usan la sanidad
pública como arma electoral (demagógica y
clientelar), sospecho de los médicos que se rasgan las
vestiduras en defensa de la sanidad pública y por la tarde
trabajan en sanatorios privados (a los que han criticado por la
mañana), sospecho de los médicos que derivan sus
clientes privados (que atienden por la tarde), al hospital
público (donde trabajan por la mañana), para
realizar exámenes y pruebas costosas, internaciones
prolongadas, o intervenciones quirúrgicas de
riesgo.

Sospecho de los hospitales privados que subcontratan
con el sector público la prestación de determinados
servicios sanitarios (generalmente los de menor costo y mayor
arancel), sospecho de la industria de equipamiento hospitalario y
de los laboratorios medicinales, que "incentivan" a funcionarios
y profesionales para sobredimensionar instalaciones y equipos, y
para incrementar la factura sanitaria.

Así y todo, creo que sin que el estado haga
dejación de sus responsabilidades para con los
contribuyentes, se puede encontrar una combinación
público/privada que optimice los recursos y maximice las
prestaciones, al mínimo costo y con un aceptable nivel de
calidad, asegurando el manteniendo de una cobertura amplia y
generosa para la totalidad de la población. Algunos
países lo están logrando.

En las próximas páginas, ustedes
encontraran amplia información y la opinión de "los
que saben", para que puedan sacar sus propias conclusiones, en un
asunto de tan sensible, y con la intención de enriquecer
un debate conveniente y necesario.

Un recorrido de
cabotaje, por la hemeroteca (2011 – 2013)

Las peripecias del Obamacare (el jardín de
senderos que se bifurcan)

"Tras siete horas de debate, los republicanos han
conseguido tumbar la reforma sanitaria, tal y como prometieron.
La Cámara de Representantes de EEUU, bajo control
republicano, aprobó hoy revocar la reforma del sistema de
salud aprobada en 2010, cumpliendo así una de sus promesas
electoral. Los demócratas que controlan el Senado no
prevén debatirla y, de todas maneras, el presidente Barack
Obama ha prometido vetarla si llega al Despacho Oval"…
Los
republicanos cumplen su promesa: revocan la reforma sanitaria
(Libertad Digital – 20/1/11)

Con 245 votos a favor y 189 en contra, la
revocación se aprobó en la Cámara Baja sobre
líneas partidistas, tras un debate que repitió,
casi palabra por palabra, los mismos argumentos del año
pasado.

Sólo tres demócratas apoyaron la medida, y
un legislador se abstuvo de votar. El debate se dividió
entre los demócratas que se proyectaron como paladines de
la clase media, los trabajadores y jubilados, y los republicanos
que advirtieron de la excesiva injerencia del Estado en el sector
privado.

La votación, puntualizada con vítores y
abucheos en la galería de visitantes, puso fin a siete
horas de debate que reflejó las viejas pugnas
ideológicas entre demócratas y republicanos sobre
cómo resolver las disparidades del complejo y costoso
sistema de salud en Estados Unidos.

Promulgada por Obama el 30 de marzo de 2010, la reforma
sanitaria es una de sus principales victorias legislativas y
supone la mayor transformación del sistema de salud desde
la década de 1960.

Para los demócratas, revocarla es moral y
fiscalmente irresponsable, porque da marcha atrás a una
medida que amplía la cobertura médica, reduce los
costos de salud y provee incentivos fiscales a los negocios que
proveen ese beneficio a los trabajadores. La solución es
corregirla y no desbaratarla por completo, aseguran.

Este voto "significa que más de 129 millones de
estadounidenses menores de 65 años… perderán su
seguro de salud porque tienen condiciones pre-existentes", se
quejó la líder de la minoría
demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi,
haciéndose eco de un análisis divulgado por el
Departamento de Salud.

Pero, desde un mismo libreto, los republicanos
replicaron que "Obamacare", como llaman despectivamente a la Ley
de Cuidado de Salud Asequible, no es más que un
"socialismo" disfrazado que abultará el déficit
nacional.

La reforma "es la joya de la corona" del "socialismo" de
Obama y los republicanos lucharán hasta colocar en la Casa
Blanca a un presidente que la revoque, dijo la republicana de
Minnesota, Michelle Backmann, respaldada en 2010 por el
movimiento conservador Tea Party.

En comentarios recogidos por la prensa nacional, el
legislador demócrata de Tennessee, Steve Cohen, hizo
referencia al ministro de propaganda nazi, Joseph Goebbels, al
acusar a los republicanos de mentir sobre el alcance y contenido
de la reforma.

"Ellos dicen que el Gobierno tomará control del
cuidado de salud, y es una gran mentira, como la de Goebbels
(contra los judíos). Repites la mentira suficientes veces
y al final la gente termina creyéndosela", afirmó
Cohen.

Este voto, aseguran los republicanos, es apenas el
primer paso para reemplazar la reforma con una que verdaderamente
reduzca los costos de salud y proteja los empleos. En un mensaje
a sus votantes en Ohio, el presidente de la Cámara de
Representantes, el republicano John Boehner, dijo que la reforma
es "un laberinto de exigencias y aumentos de impuestos" que
incrementa los costos de salud y perjudica a la pequeña
empresa.

A sabiendas de que la medida morirá en el Senado
-porque los demócratas no tienen intención de
votarla-, los republicanos de la Cámara Baja prevén
debatir inmediatamente una iniciativa para que varios
comités comiencen a elaborar una alternativa a la reforma
sanitaria.

La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO)
señala que la revocación añadirá
230.000 millones de dólares al déficit en diez
años, pero los republicanos aseguran que ese
análisis se basa en fallidas premisas.

Una encuesta adelantada hoy por NBC News y Wall Street
Journal muestra a una nación dividida sobre el asunto: el
39 por ciento de los estadounidenses cree que la reforma
sanitaria es una buena idea, e igual porcentaje opina lo
contrario.

Además, el 46 por ciento de los mil votantes
encuestados entre el 13 y 17 de enero pasados se opone a la
revocación de la reforma, y el 45 por ciento la apoya,
según la encuesta que tiene un margen de error de hasta
unos 3,1 puntos porcentuales.

La relación entre salud, empleo y
jubilación en edades avanzadas

– Salud, mortalidad y participación en edades
avanzadas (I) (Fedea – 24/3/11)

(Por Sergi Jiménez) Lectura
recomendada

Uno de los temas potencialmente más
controvertidos es la relación entre salud, empleo y
jubilación en edades avanzadas. En un reciente estudio
internacional de 12 países, coordinado por David Wise
(Harvard y NBER) estudiamos la relación entre salud,
participación y programas de retiro, con especial
énfasis en el papel del programa de invalidez en edades
avanzadas (50 y más) y con la pretensión de
analizar qué porcentaje de las diferencias entre
países se pueden explicar por las diferencias en los
programas de protección social. En esta primera entrada,
resumimos la evidencia obtenida (aunque poniendo algo más
de énfasis en el caso español, que se estudia
específicamente) sobre mortalidad, que quizás es el
indicador más fiable a la hora de comparar el estado de
salud entre poblaciones. En posteriores entradas presentaremos la
relación entre participación laboral en edades
avanzadas y mortalidad y la relación entre salud e
invalidez.

Mortalidad

1) La mortalidad se ha reducido notablemente en los
últimos 50 años en prácticamente todos los
países avanzados. Cabe reseñar que aunque
están bien documentadas las diferencias según el
nivel de educación (ingreso), los hábitos y (menos)
las condiciones laborales, la caída afecta a todos los
individuos de toda condición.En las figuras 1 y 2
presentamos la evolución de la tasa de mortalidad a los 65
observada en el conjunto de países estudiados de 1950
(año para el cual el dato español era el más
alto) a 2008. Observamos dos periodos bien diferenciados, siendo
el año pivotal 1970. Antes de ese año, la tendencia
no era clara en muchos países, observándose en
algunos casos incluso un ligero repunte de la mortalidad
(Alemania, Italia, Holanda entre ellos). Después de 1970,
destacan dos hechos: la continua reducción de la
mortalidad y la fuerte convergencia de las tasas de mortalidad en
edades avanzadas, que pasan de un rango 2.3-4.5% en 1970 a
1.2-1.8% en el entorno de 2006.

Figura 1. La caída de la mortalidad a los 65, en
países seleccionados.

Monografias.com

Figura 2. La caída de la mortalidad a los 65 en
países seleccionados (II).

Monografias.com

2) Una forma alternativa y original de ver los datos se
presenta en la figura 3, que muestra a qué edad un hombre
estadounidense en el año Y tiene un nivel de mortalidad
equivalente al de un individuo de 65 años de edad en 1960.
Como se puede observar en 2006 el individuo de mortalidad
equivalente tiene 9.2 años más (lo que implica que
se le pagarán prestaciones casi 10 años
más).

Figura 3. Edad de mortalidad equivalente. EEUU.
1960-2006.

Monografias.com

Para el caso de España, tal y como ilustran las
figuras 4 y 5, las ganancias por el mismo concepto son parecidas.
En 2006, la mujer de mortalidad equivalente a la de 65 (60) en
1960 tiene 74.8 (71.5) años de edad, es decir, 9.9 (10.5)
años más. Alternativamente, el hombre de mortalidad
equivalente a la de 65 (60) en 1960 tiene 72.7 (68.6) años
de edad, es decir 7.7 (8.6) años más.
Nótese, el diferencial entre hombres y mujeres ha seguido,
aparentemente, aumentando en los últimos 45 años
(aunque probablemente la tendencia en la década más
reciente refleje una cierta compresión). En consecuencia
mientras que los hombres reciben pensión un promedio de 8
años más, las mujeres reciben 10.

Figura 4. Edad de mortalidad equivalente. España.
Mujeres. 1960-2006

Monografias.com

Figura 5. Edad de mortalidad equivalente. España.
Hombres. 1960-2006

Monografias.com

Estas tendencias, tal y como ilustra la Tabla 1 para el
caso de los hombres, no son exclusivas de EEUU y España.
Al contrario, se observan en la mayoría de países
avanzados, siendo las ganancias mayores para los japoneses y
americanos y relativamente menores en los países
nórdicos, esto último debido a que su nivel de
mortalidad ya era relativamente bajo en 1960 (nota: la cifra para
España es en este caso algo menor que en el gráfico
anterior a causa de la diferente metodología de
cálculo).

Tabla 1. Ganancias en mortalidad equivalente de 1960 a
2005.

Monografias.com

Mortalidad y estado de Salud

3) Sería razonable esperar que la caída de
la mortalidad especialmente en edades avanzadas fuera
acompañada de una notoria mejoría de la salud
declarada. Así ocurre en la mayoría de
países estudiados. Como botón de muestra mostramos
esta vez el caso de Suecia (similar al caso americano), donde la
caída de la fracción con estado de salud aceptable
o malo (y por tanto la subida de aquellos con buena salud) va en
paralelo con la caída de la mortalidad.

Figura 6. Mortalidad vs estado de salud aceptable o
malo. Hombres. Suecia.

Monografias.com

Sin embargo, en el caso español (también
para UK) encontramos que la caída de la mortalidad no va
acompañada con una caída de la fracción con
salud "menos que buena"

Figura 7. Mortalidad vs fracción con estado de
salud "menos que bueno". España. Hombres de 60 a
64.

Monografias.com

En García-Gómez et al (2010) no
encontramos ningún aumento de "achaques" (enfermedades)
que ayude a explicar esta diferencia en el nivel y la
persistencia de la declaración del estado de salud.
¿Quizás sea porque cuando se nos pregunta a los
españoles por el estado de salud tenemos una cierta
tendencia a sobrevalorar nuestros "achaques"? Sin duda, una buena
pregunta sin, de momento, una respuesta adecuada.

Como ya he comentado, dejamos para una segunda entrada
la relación entre mortalidad y participación en
edades avanzadas, aunque el lector interesado puede avanzarse y
consultar la evidencia para España (aunque sin el detalle
que presentaré en el próximo post).

Bill Gross (el mayor gestor de bonos del mundo) opta:
"deuda", por sanidad y pensiones

El co-fundador de Pimco, la gestora de bonos privada
más grande del mundo, Bill Gross ha vuelto a dictar
sentencia. Si desde hace tiempo ya avisaba sobre el peligro de
los bonos del Tesoro norteamericanos, llegando incluso a desechar
por completo estas inversiones de su cartera, ahora advierte
sobre el posible impago de deuda de EEUU"…
Bill
Gross: "Si EEUU no reforma la sanidad y las pensiones, no
costeará su deuda" (El Economista –
31/3/11)

"Tápense sus narices, porque todavía no
han olido lo peor" advirtió Gross en su último
informe donde compara a los miembros del Congreso con la mofeta
Pepé Le Pew al afirmar que cada "dos a seis años,
los legisladores se maquillan y pretenden abordar un cambio para
corregir lo nunca corregido y conseguir una disciplina fiscal".
Sin embargo, para Gross el problema es claro: las obligaciones
relacionadas con programas sanitarios como el Medicare y el
Medicaid, así como la Seguridad Social, suponen el 75 por
ciento del presupuesto fiscal de EEUU. "Si no atacamos estos
programas oleremos 1 billón de dólares en
déficit presupuestario hasta donde nuestras narices puedan
oler", afirmó.

Gross se hace eco en su informe del informe realizado
por Mary Meeker y respaldado por figuras como Paul Volcker o
Michael Bloomberg que analizan las cuentas de EEUU como si fuera
una empresa. El documento, bautizado bajo el título "EEUU
Inc." pone de manifiesto que si el país fuera considerado
una compañía, una vez que nuestros "activos" se
contabilizaran correctamente, contaría con un patrimonio
neto negativo de entre 35 y 40 billones de dólares. Al
respecto, Gross aseguró que en dichas condiciones,
ningún prestamista estaría prestando dinero a una
empresa.

Finalmente, el co-fundador de Pimco afirma que EEUU
podría acabar por no poder costear sus obligaciones de
deuda, de alguna u otra forma. Gross plantea varios escenarios
como, por ejemplo, un impago "engañoso" a través de
una caída del dólar, como lo que "está
teniendo lugar justo enfrente de nuestras narices" en estos
momentos, asegura.

Otra forma de presunto impago que plantea Gross es de
forma "sigilosa" a través de tipos de interés y un
rendimiento de los bonos del Tesoro "muy por debajo de los
niveles históricos" De esta forma, el gobierno paga a los
ahorradores estadounidenses menos rendimientos por sus
inversiones en deuda del Tesoro con "la esperanza de que estos no
se quejarán", añadió.

Los americanos a lo suyo: la pobreza y la salud "no" son
"problemas sociales"

– Libres para morir (El País – 18/9/11)
Lectura recomendada

(Por Paul Krugman)

Allá por 1980, justo cuando
Estados Unidos realizaba su giro político hacia la
derecha, Milton Friedman prestaba su voz al cambio con la famosa
serie de televisión Libres para elegir. En un episodio
tras otro, el genial economista identificaba la economía
del laissez-faire con la elección personal y la
asunción de poder, una visión optimista de la que
se haría eco y que amplificaría Ronald
Reagan.

Me refiero, como supondrán, a lo que ha pasado
durante el debate presidencial del Partido Republicano del lunes.
Wolf Blitzer, de la CNN, le preguntó al representante Ron
Paul por lo que deberíamos hacer si un hombre de 30
años que hubiese decidido no contratar un seguro sanitario
de repente se encontrase en la necesidad de pasar seis meses en
cuidados intensivos. Paul contestó: "En eso consiste la
libertad, en asumir nuestros propios riesgos". Blitzer
volvió a insistirle y preguntó si "la sociedad
debía limitarse a dejarle morir". Y la multitud
estalló en vítores y gritos de
"¡sí!".

El incidente subrayaba algo que no creo que la
mayoría de los analistas políticos hayan asimilado
plenamente: en este momento, la política estadounidense es
básicamente una cuestión de opiniones morales
diferentes.

Ahora bien, hay dos cosas que deberían saber
sobre el intercambio entre Blitzer y Paul. La primera es que,
después de que la multitud interviniese, Paul
esencialmente intentó eludir la pregunta, afirmando que
los médicos afectuosos y los individuos caritativos
siempre se asegurarían de que las personas recibiesen la
asistencia que necesitasen; o, al menos, lo harían si no
los hubiese corrompido el Estado del bienestar. Lo siento, pero
eso son fantasías. Las personas que no pueden permitirse
la asistencia sanitaria básica por lo general no la
consiguen -y siempre ha sido así- y a veces mueren como
consecuencia de ello.

La segunda es que muy pocos de los que mueren por falta
de asistencia sanitaria se parecen al individuo hipotético
de Blitzer, que podía contratar un seguro y debería
haberlo hecho. En realidad, la mayoría de los
estadounidenses no asegurados tienen pocos ingresos y no pueden
permitirse un seguro, o bien son rechazados por las aseguradoras
porque padecen enfermedades crónicas.

Entonces, ¿estaría la
gente de la derecha dispuesta a dejar morir por falta de
asistencia a aquellos que no están asegurados aunque no
sea culpa suya? La respuesta, si nos basamos en la historia
reciente, es un sonoro "¡sí!".

Piensen, en particular, en los niños. Al
día siguiente del debate, la Oficina del Censo publicaba
sus últimos cálculos sobre ingresos, pobreza y
seguros sanitarios. El panorama general era terrible: la
debilidad económica sigue haciendo estragos en las vidas
de los estadounidenses. Un dato relativamente esperanzador, no
obstante, era la asistencia sanitaria a los niños: el
porcentaje de niños sin cobertura sanitaria era más
bajo en 2010 que antes de la recesión, gracias en gran
parte a la ampliación en 2009 del Programa Estatal de
Seguros Sanitarios Infantiles, o S-CHIP, por sus siglas en
inglés.

Y la razón por la que el S-CHIP se amplió
en 2009 pero no antes fue, por supuesto, que el expresidente
George W. Bush bloqueó los intentos anteriores de incluir
a más niños (con los vítores de muchos
derechistas). ¿He mencionado que uno de cada seis
niños de Texas carece de seguro sanitario, la segunda tasa
más alta del país?

Así que la libertad para morir se
extiende, en la práctica, a los niños y a los
desafortunados, así como a los poco previsores. Y el hecho
de que la derecha apruebe esa idea indica un cambio importante en
la naturaleza de la política estadounidense.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9
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